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El papa Francisco está sumamente grave por fallo renal temprano, pero se mantiene alerta

Velas encendidas cerca de fotos del papa Francisco ante la Policlínica Agostino
Velas encendidas cerca de fotos del papa Francisco ante la Policlínica Agostino Gemelli en Roma, el martes 23 de febrero de 2025, donde está hospitalizado el papa desde el 14 de febrero.
(Gregorio Borgia / Associated Press)

El papa Francisco seguía sumamente grave el domingo y los análisis de sangre mostraron principios de insuficiencia renal, pero sigue consciente, receptivo y asistió a misa, informó el Vaticano, mientras el pontífice de 88 años lucha contra una neumonía y una compleja infección pulmonar.

En una actualización, la Santa Sede indicó que Francisco no había tenido más crisis respiratorias desde la noche del sábado, pero continuaba recibiendo altos flujos de oxígeno suplementario.

Algunas pruebas de sangre mostraron “insuficiencia renal inicial, moderada”, pero los médicos afirmaron que ello estaba bajo control.

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“La complejidad del cuadro clínico, y la necesaria espera para que las terapias farmacológicas proporcionen algún resultado, dictan que el pronóstico se mantenga reservado”, concluyeron los médicos del papa.

Mientras tanto, las oraciones por Francisco llegaron de todo el mundo, desde su Argentina natal hasta la sede del islam sunita en El Cairo, al igual que de niños en Roma.

En Nueva York, el cardenal Timothy Dolan admitió lo que los líderes de la iglesia en el Vaticano no estaban diciendo públicamente: que los fieles católicos estaban unidos “al costado de la cama de un padre moribundo”.

“Nuestro Santo Padre, el papa Francisco, está en un estado de salud muy, muy frágil, y probablemente cerca de la muerte”, declaró Dolan en su homilía desde el púlpito de la catedral de San Patricio, aunque luego dijo a los periodistas que esperaba y oraba para que el pontífice “se recuperara”.

Aunque el Vaticano tiene leyes y rituales detallados para garantizar la transferencia de poder cuando un papa muere o renuncia, no se aplican si está enfermo o incluso inconsciente.

Los médicos han señalado que el estado de salud de Francisco es inestable, dada su edad, fragilidad y enfermedad pulmonar preexistente. Su situación ha reactivado las especulaciones sobre lo que podría suceder si queda inconsciente o incapacitado, y si podría renunciar.

Oraciones por el papa en el Vaticano
Originalmente se tenía programado que Francisco celebrara misa el domingo por la mañana en la Basílica de San Pedro y ordenara diáconos como parte de la conmemoración del Año Santo del Vaticano.

El organizador del Año Santo, el arzobispo Rino Fisichella, celebró la misa en su lugar y ofreció una oración especial por Francisco desde el altar antes de pronunciar la homilía que el papa había preparado.

“A pesar de que está en una cama de hospital, sentimos al papa Francisco cerca de nosotros. Lo sentimos presente entre nosotros”, les dijo Fisichella a los cientos de diáconos vestidos de blanco.

Un mensaje preescrito que había sido preparado para que Francisco lo leyera el domingo, pero que no pronunció, decía que estaba “continuando con confianza mi hospitalización en el Hospital Gemelli, llevando a cabo el tratamiento necesario; ¡y el descanso también es parte de la terapia!”. El mensaje pedía oraciones por él —como siempre pide— y mencionaba el próximo aniversario de la invasión de Rusia a Ucrania, “una ocasión dolorosa y vergonzosa para toda la humanidad”.

Mientras tanto, en la Argentina natal de Francisco, los católicos oraron por el papa en la catedral de Buenos Aires, y el icónico obelisco de la ciudad se iluminó con el mensaje “Francisco, la ciudad reza por vos”.

En El Cairo, el gran imán de Al Azhar —la sede del aprendizaje sunita que forjó un estrecho vínculo con Francisco— le deseó lo mejor.

“Rezo a Alá para que conceda a mi querido hermano, el papa Francisco, una pronta recuperación y lo bendiga con buena salud y bienestar para que pueda continuar su camino al servicio de la humanidad”, escribió el jeque Ahmed al Tayeb en una publicación de Facebook.

El Comité Judío Estadounidense también ofreció oraciones. “Estamos juntos con nuestros hermanos y hermanas católicos durante este tiempo difícil”, escribió el grupo en la red social X.

Y niños en edad escolar de toda Roma inundaron el hospital Gemelli con tarjetas de recuperación, mientras que obispos italianos encabezaron el rezo del Rosario y celebraron misas especiales en toda Italia.

La principal amenaza que enfrenta el papa es la sepsis
Los médicos han advertido que la principal amenaza que enfrenta Francisco es la sepsis, una infección grave de la sangre que puede ocurrir como una complicación de la neumonía. Hasta la fecha, no ha habido referencia a ningún inicio de sepsis en las actualizaciones médicas proporcionadas por el Vaticano, incluida la del domingo.

El Vaticano continuó el sábado con la celebración del Año Santo sin el papa Francisco, que batalla contra una neumonía y una compleja infección respiratoria que, según los médicos, sigue siendo impredecible y lo mantendrá hospitalizado al menos una semana más.

El sábado, Francisco presentó un bajo conteo de plaquetas, que se mantuvo bajo pero estable el domingo. Las plaquetas son fragmentos similares a células que circulan en la sangre y ayudan a formar coágulos para detener el sangrado o ayudar a sanar heridas. Los conteos bajos de plaquetas pueden tener diversas causas, incluidos efectos secundarios de medicamentos o infecciones.

Francisco también desarrolló anemia y, durante las transfusiones de sangre del sábado, se le administró hematina, un tratamiento diseñado para aumentar el nivel de hemoglobina en su sangre, lo que a su vez ayuda a la sangre a transportar más oxígeno. Los médicos informaron el domingo que la terapia había sido beneficiosa.

El pontífice, que padece enfermedad pulmonar crónica y es propenso a la bronquitis en invierno, fue admitido en el hospital Gemelli el 14 de febrero después de que la bronquitis que presentaba desde hacía una semana empeorara.

En un principio los médicos le diagnosticaron una compleja infección respiratoria viral, bacteriana y fúngica, y luego principios de neumonía en ambos pulmones. Prescribieron “reposo absoluto” y una combinación de cortisona y antibióticos, junto con oxígeno suplementario cuando lo necesitara.

Las recientes reformas de Francisco dejan entrever que sabía que estaba envejeciendo y tornándose más frágil
Francisco ha tomado varias decisiones recientes que dejan entrever que estaba muy consciente de que estaba envejeciendo y volviéndose frágil.

El año pasado, revisó los ritos funerarios que se utilizarán después de su muerte, simplificando los rituales para enfatizar su papel como un simple obispo y permitiendo ser enterrado fuera del Vaticano, de acuerdo con sus deseos. Pero los elementos centrales de los ritos permanecen, incluidos los tres momentos clave que deben observarse entre la muerte de un papa y su funeral: en su hogar, en la Basílica de San Pedro y en el lugar de entierro.

En diciembre, Francisco nombró a 21 nuevos cardenales. Todos menos uno eran menores de 80 años y, por lo tanto, elegibles para votar en un cónclave para elegir a su sucesor. Con ello, el número total de cardenales en edad de votar subió a 140, muy por encima del límite de 120 establecido por San Juan Pablo II. Pero varios de los actuales electores cumplirán 80 años este año, lo cual reducirá el número.

Este mes, una vez que ya estaba enfermo, Francisco decidió extender el mandato de cinco años del actual decano del Colegio de Cardenales, el cardenal Giovanni Battista Re, de 91 años, en lugar de dar paso a alguien nuevo. Tal y como se representa en la película “Cónclave”, el decano del Colegio de Cardenales desempeña un papel importante en la vida de la jerarquía católica, y es una figura crucial durante la transición entre un papado y el siguiente.

Francisco también decidió extender el mandato del vicedecano, el cardenal argentino Leonardo Sandri, de 81 años.

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